jueves, 10 de abril de 2008

Anne Sexton y la balada de la masturbadora solitaria

Cuando tenía 18 años se cruzaron en mi camino Silvia Plath, Anne Sexton y Alejandra Pizarnik. Lo que más me gustaba de sus poesías es que hablaban de todo y sobre todo, este poema me llegó...



La balada de la masturbadora solitaria

Al final del asunto siempre es la muerte.
Ella es mi taller. Ojo resbaladizo,
fuera de la tribu de mí misma mi aliento
te echa en falta. Espanto
a los que están presentes. Estoy saciada.
De noche, sola, me caso con la cama.
Dedo a dedo, ahora es mía.
No está tan lejos. Es mi encuentro.
La taño como a una campana. Me detengo
en la glorieta donde solías montarla.
Me hiciste tuya sobre el edredón floreado.
De noche, sola, me caso con la cama.
Toma, por ejemplo, esta noche, amor mío,
en la que cada pareja mezcla
con un revolcón conjunto, debajo, arriba,
el abundante par en espuma y pluma,
hincándose y empujando, cabeza contra cabeza.
De noche, sola, me caso con la cama.
De esta forma escapo de mi cuerpo,
un milagro molesto, ¿Podría poner
en exhibición el mercado de los sueños?
Me despliego. Crucifico.
Mi pequeña ciruela, la llamabas.
De noche, sola, me caso con la cama.
Entonces llegó mi rival de ojos oscuros.
La dama acuática, irguiéndose en la playa,
un piano en la yema de los dedos, vergüenza
en los labios y una voz de flauta.
Entretanto, yo pasé a ser la escoba usada.
De noche, sola, me caso con la cama.
Ella te agarró como una mujer agarra
un vestido de saldo de un estante
y yo me rompí como se rompen una piedra.
Te devuelvo tus libros y tu caña de pescar.
El periódico de hoy dice que se han casado.
De noche, sola, me caso con la cama.
Muchachos y muchachas son uno esta noche.
Se desabotonan blusas. Se bajan cremalleras.
Se quitan zapatos. Apagan la luz.
Las brillantes criaturas están llenas de mentiras.
Se comen mutuamente. Están más que saciadas.
De noche, sola, me caso con la cama.

ANNE SEXTON



La poeta estadounidense Anne Sexton recibió el Premio Pulitzer de Poesía en 1967. En su obra poética se revelan zonas de la mente humana ajenas a la complacencia y a la convención social, a través de visiones que la escritora Julia Kristeva, en su obra sobre los "poderes del horror", situaría en el campo de la abyección. Se suicidó a los 45 años. Tres de sus obras fueron publicadas póstumamente.


Y de acuerdo con esto, compuse mi propia balada de la masturbadora solitaria, de manera más humilde...

La titulé Canción de Cuna leed y sabréis por qué...

CANCION DE CUNA

De noche, sola, me caso con la cama.
Le canto una nana a mi sábanas.
La almohada abraza mi frente febril.
Y el crujido del colchón me acompaña en la nana no compuesta.
Doy vueltas y vueltas buscando la entonación adecuada.
Mi cuerpo resbala... avanza...

De noche, a solas me caso con la cama.
Para dormirme necesito soñar antes cien sueños
recordar que la nada existe
y que tú te disuelves en ella cada vez
que anochece.

Porque de noche, sola, me caso con la cama.
También mis noches se convierten en versos
de Anne Sexton.
Mi cuerpo avanza ... se encoge...


Clases de amor para autodidactas.
Lucha de un cuerpo sin otro cuerpo.
El alba avisa con rayos de luz su entrada en la alcoba.
Mi cuerpo empieza a recordar que otra vez tiene que ponerse en pie.
Y siempre se me olvida ponerme la alianza...
Porque una y mil veces, en todas las noches, me caso con la cama.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta más tu canción de cuna...
supongo que las casualidades no existen...encontrar esta poesía en el momento en el que me encuentro...

saludos... ;)

yosune dijo...

En realidad en algún momento de nuestra vida todas somos masturbadoras solitarias.

Se agradece tu comentario¡¡¡ eres la primera que participa en mi blog¡¡¡

Anónimo dijo...

Ejem... no lo supongas... todas lo somos, masturbadoras solitarias, aunque lleguemos a estar acompañadas.

Ele.

yosune dijo...

Pues sí, incluso acompañadas. No sé quién supuso que cuando te emparejas tienes que dejar de masturbarte...y ala todas dejan de hacerlo (o por lo menos de decirlo)