martes, 3 de junio de 2008

Jornadas y líos

Estamos a martes y ya estoy estresadaaaa, el sábado tenemos las Jornadas de Visibilidad Lésbica y es la primera vez que organizo algo así.

A veces pienso, durante un segundo: ¿Pa que te metes? Con lo bien que estás en tu casa, con tu novia y tu sister, con tus libros y frikadas, la play e internet... pero sólo me dura un segundo, porque yo soy pancha, pero también un culo inquieto. Las guerras parecen minipelículas en el Telediario de las 3, las violencia de género, aunque por suerte ya está cambiando la cosa, sigue notándose más que por las denuncias, por las marcas de moratones, huesos rotos y humillaciones psicológicas a las que las mujeres, sólo por eso, por ser mujeres se ven sometidas porque hay hombres que todavía piensan que a golpes se arreglan las cosas...
Las personas LGTB seguimos siendo discriminados, mirados de reojo, insultadas directamente, víctimas de bulling... y aunque por suerte, y sólo por suerte, a mí no me tocó vivirlo así, aún siguen los machaques. Que aparezcan asociaciones como AMPGYL, que creen y que enseñan ( que es lo mejor que se le puede enseñar a una hija o un hijo) que sus retoños son libres de vivir su afectividad y sexualidad como les plazca es un golpe a esta sociedad que supedita la libertad a la estructura. Y la estructura está hecha por personas que creen que para que las cosas funcionen tienen que seguir existiendo cadenas mentales para la gente, cuando la estructura apareció para organizar a las personas y todas tuvieran su espacio y sus derechos...

La religión no es una manera de expresar unas creencias y una fe (para quien las tenga), es otra cadena, gigantesca que sujeta las mentes que sólo quieren vivir...

Cuando pienso esto, entonces es cuando me meto en estos líos, porque esto tiene que cambiar y puede cambiar. Y además, me lo voy a pasar bien haciéndolo, para darle una patada donde más duele a todos los grupos reaccionarios que nos tachan de victimistas, de que pedimos demasiado, de que no tenemos derecho a vivir nuestra vida fuera de una estructura que nosotras y nosotros no escogimos...
Y lo voy a hacer mientras pienso en todas aquellas personas que aún a día de hoy, viven en el miedo a las represalias, se conforman con una vida armarizada porque creen que no se puede vivir de otra manera, en las personas que no pudieron ser libres... por las hijas e hijos que no sé si tendré algún día y aunque me cueste, por aquellas y aquellos que dicen que no hace falta luchar por lo que nos corresponde como ciudadanas de un mundo que siempre será mejorable.

seguiré contando después de las jornadas.

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